jueves, junio 05, 2008

Asi es: Yo viajo en metro...


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martes, junio 03, 2008



La tarde de éste domingo fuí con AA. a ver una peli del festival mix en la Cineteca. El film, llamado algo así como "Curvado a la izquierda" es una historia sencilla, cuya novedad recaé en los medios que usó el director para narrar su historia: un celular como instrumento de grabación, de fondo una voz en off y una selección musical por momentos buena. Aquí una breve sinopsis:
Después de 10 años de relación, un hombre regresa a la prostitución, su antiguo oficio. Su reencuentro con el servicio sexual es registrado por la cámara de su teléfono celular y el enfrentamiento no es sólo con la era del Internet y la ilusa creencia del fin del SIDA, sino con el misterio del erotismo.
La historia puesta así es sumamente atractiva. La narración en la película se resolvió por medio de un monólogo, Acompañado de secuencias que son en realidad imágenes fragmentadas, tomadas por un celular donde aparecen apenas distinguidos torsos desnudos en movimiento, labios suplicantes, nalgas pixeleadas, alguna fuente de cualquier parque, un pasillo larguísimo con puertas como de hotel que en realidad es la sección de cabinas de una sex-shop, calles, bares, rostros. La historia es en gran parte "escenas" díficiles de ser identificadas, de las cuales sigo creyendo, que se tratan de escenas sexuales pues el movimiento, y lo que alcanzo a entender de la voz en off -el único hilo conductor- me hace suponer lo super sexualizado de la pelicula.
Durante el tiempo que dura, las imágenes pixeleadas funcionan como detonadoras para el morbo, pero las nalgas que se alcanzan apenas a distinguir no ceden a mostrarse a los espectadores ansiosos, que quizá despertados de su sopor siguen deseando el cuerpo explícito, la escena directa y clara, pero todas las imágenes son siempre imprecisas, nada se distingue realmente: píxeles, grabacion desde un aparato movil, exhibicionismo ¡no explicito! y espectadores ansiosos de verlo todo ¿Es la imagen pixeleada de un cuerpo desnudo grabado desde un celular una forma del erotismo moderno?
Pienso en esas cosas un poco distraido de la pelicula, pues confieso que no entiendo todo el monólogo ya que la pelicula no está traducida al español, y mi inglés escuchado sigue teniendo carencias (Cero y van tres: ¿Qué les hace creer a los organizadores del Fest Mix que todos los asistentes saben inglés perfectamente? No hay respuesta). Pienso que la pelicula se entiende en su sentido y moraleja desde los primeros 10 minutos, y todo lo demás en realidad está demás, sobrando. Concluyo que es una pelicula para voyeurs: gente que no se canse de tratar durante 115 minutos de descifrar las escenas sexualmente insinuadas y no explicitas...
Pensando en esto, y faltando 10 minutos para que finalizara, AA. me dice que salgamos de la sala
- Ya me dio hueva, dijo- y que aprovechemos con toda rápidez que está a punto de comenzar otra pelicula en la sala de a lado, y que si entramos ahora nadie se dará cuenta. Pienso: ¿cómo es que AA. sabe esas cosas? Tampoco hay respuesta.
Sin dudarlo sale y voy detrás de él, pues además siempre me ha dado cierto gozo este tipo de salidas intempestivas de las salas de cine. En efecto, en la salita que esta a lado, la gente está entrando en el momento y él se apresura; yo tengo pudor y me detengo un rato en el pasillo, espero unos segundos y finalmente entro: a la mitad de la sala lo veo ya sentado moviendo su mano para indicarme el asiento. Y luego, después de unos minutos angustiosos en los que pienso que alguien entrará y nos pedirá boleto de entrada, la nueva película - está tarde fue de permanencia voluntaria como en esos cines de antes- comienza a rodar, pero mi travesura esta más o menos recompensada, veo el título: proyectarán Paranoid Park, la cual ví ya hace unas semanas y que en verdad en ese momento me da un poco de pereza repasarla de nuevo, pues no soy del tipo que ve dos veces una pelicula a menos que...
Pero me basta de nuevo ver ese inicio, esa camára que va detrás del skate haciendo con él los giros, los saltos en ese vaiven casi erótico como el vaiven pixeleado de las nalgas de la pelicula anterior, pero esta vez de manera lenta, ritmica, adormecedora. Y la música, una banda sonora original pero con ingredientes de música de otras peliculas, electrónica con sonidos de aves y referencias a otras cosas. Reconozco ahora si, la tonadita de una canción de Nino Rota, la cual estuvo por un tiempo como predeterminada en mi myspace. Por momentos, la música y las escenas me hacen tener sensaciones táctiles, como la secuencia de la ducha y el agua cayendo del pelo del protágonista, que va de la caída normal a una cada vez mayor lentitud, haciendo ingravida la caída, como si de pronto estuviera a punto de congelarse, y ya no fuera agua y transmutara en madera crujiente, u otra cosa, otra cosa.
Esta vez me dejo llevar por el ritmo de la pelicula y lo disfruto, sin mencionar lo atractivos que me resultan los adolescentes que ahí salen en sus pantalones cortos, gorras, tatuajes y sudaderas, un fetiche.
La primera vez que vi P. Park la ví con Aman. Ella estaba pachequina aquella ocasión y esta segunda vez, en la que yo no me he metido nada P.Park ha sido para mí todo un viaje...
- Esta si fue una pelicula de verdad- concluyé satisfecho AA.

jueves, mayo 01, 2008

Esta serie de viñetas, fragmentos, casi ensayos a propósito de Octavio Paz, tienen la intención de dialogar sobre ciertos temas o ideas que la lectura de sus escritos me han provocado. Quienes lo hayan leído comprenderán facilmente aquellos temas a los que me refiero; quienes no, de cualquier forma podrán entender, espero, algunas de las conclusiones que tratan de registrar estos posteos. No hay citas textuales, ni se remite a un libro en especifico, es una conjunción producto de mi memoria y de mi reformulación.
Este es el fragmento número uno, lo cual quiere decir que vendrán más que aparecerán con temas en apariencia dispersos, pero que al final tendrán cuerpo y formarán parte de un conjunto. Me resulta inevitable: cada tema seguramente irá apareciendo relacionado con algún suceso del día, sin ninguna otra pretención, de manera casi azarosa.
...
¿Por qué Octavio Paz?

1. La voluntad de escribir.

Un poema inicialmente es emoción, sentimientos, ritmo, explicación y misterio, pero es también y sobre todo pensamiento, o al menos lo es ahora.
En la tierra y en la historia, hay un río de fuego que recorre los cuerpos poseídos, que los obliga a germinar y procrearse casi involuntariamente, a soltar extasiados sobre cuerpos inmaculados su simiente y sus palabras, y de esa forma redimir, morir y renacer continuamente, explicar y nombrarse ante el mundo, en un caudal de significados que no conoce fin y que provoca aquí y allá, a su paso, incendios.
Dentro de ese torbellino y frenesí inicial existe una voluntad, un mástil, un árbol, un faro que ha permanecido inmóvil en la tormenta y que ha recorrido los siglos y que sólo ahora podemos ver con claridad y asumirlo. La voluntad de escribir es la que sobrevive como producto de la primer forma de poesía que conocieron los primeros hombres, o los hombres siendo niños, primer forma que estaba directamente relacionada con el instinto y la inocencia, y que privilegiaba el misterio antes que la explicación, el instinto antes que la voluntad.
Los poetas modernos aunque mantienen intacto su instinto, han perdido toda inocencia: son seres terrenales, tienen conciencia de la historia. Reivindican la voluntad de escribir porque su poesía es emoción, es ritmo y belleza singular, entre tantas bellezas que conoce el ser moderno, es voluntad porque un poema moderno es ante todo y sobre todo pensamiento: testimonio, traducción, suceso, trabajo forzado, la Emoción tratando de explicar un Pensamiento.
Ante su incertidumbre, es meditación sobre la Belleza.

domingo, marzo 30, 2008


Noche veintinueve: un bosque de espejos.


Y en forma tal conviví
Con blanco y negro extremosos
Que aún mismo tiempo aprendí
Infierno y cielo tortuosos.
P.A.



Comparto con los faros de la noche
La larga vigilia en espera del Alba,
El minúsculo destello que viene de dentro y que arde,
Iluminando calles idénticas y desiertas:

Heme aquí de nuevo, estático y alerta
Bajo el frío velo que pasa,

Tejiendo puentes de luz
Con la llama opuesta que me refleja.

(Hilos candentes que sitian las ciudades, enunciados de miradas,
Frases inconclusas,
Voz errante que comulga
En el otro lado de la acera.
He aquí el asombro del poema que nace en silencio)

En esta noche obscura, en el silencio de un bosque de espejos
Un árbol arde,

(Promesa, profecía, encantamiento)

Fuego que nace al recobrar su conciencia,
Luz que se basta y consume así misma devorando al prójimo,
Mástil enraizado desafiando la tormenta,

Juramento que cruza la noche y que llega,
Por el laberinto que forman miradas y reflejos

Al borde del mundo para seguir tejiendo.

Entonces la mañana.