martes, abril 07, 2009

Y aunque nadie lo creìa, pues en tal situaciòn todos creyeron que enloqueceria y se perderia entre los mil rostros con los que permanece el pasado, diluyendose para siempre en historias que no son suyas, la princesa venciò a sus enemigos -el enojo, la injusticia y la frustraciòn-, y como premio, sus dioses le concedieron su propia soledad, un encuentro con su propio ser, un romance eterno consigo mismo;