martes, marzo 27, 2007

Mientras regresa la luz y se mantenga encendida con su propia pila la computadora, escribiré. La ciudad mil veces iluminada desde mi ventana mantiene emocionada mi memoria. Las luces como fuegos al tacto, mil colores a la vista, en la obscuridad de esta noche, recorro los muchos caminos, los altos edificios y llego al mismo punto, a la misma fantasia de llegar al origen. Un cuarto con paredes blancas y rojas, esbeltas y grandes, sillones al centro y una lampara esférica iluminando mi rostro y yo mirando el cielo; También vino, cerveza, cocaína...Música electrónica con bajo volumen, yo visto una ligera playera blanca, un pantalón café y puedo ami antojo llamar a quien quiera. Solo es necesario apretar unos botones y dar instrucciones, hay sobre una mesa de plastico un móvil negro. Y es mi voluntad esta noche citar a varios muertos. El piso blanco se presta para la escena, un gato aqui con una ligera patada resbalaría como una pelota, es preciso, hay detás de los muros infinitos roperos que bien pueden ser utilizados, hay gavetas sobre el piso, ventanas traseras que dan al mar de California. Un auto rosa perfectamente púlido en caso de necesitar salir estrepitosamente, pero al parecer no será necesario, la pluma sigue, la música no para, mis ganas crecen, no hay en todas las salas más ruido, más pasos que los que yo provoco, todo me pertenece, no habrá testigos del acto, la luz es adecuada para mirar sus rostros, la acústica ideal para nombrar solo tres nombres, tres nombres para llegar al estallido y el disparo final, que quedará encapsulado entre estos muros para después, vaciado, regresar de nuevo a mi propia fiesta, a la embriaguez absoluta y perfecta en la soledad de esta noche inpostergable...pum!...
pam!

1 comentario:

iZak dijo...

SI..la solitud es mala consejera, yo hubiera optado por el auto rosa ^-^