jueves, marzo 29, 2007

JUEVES

Hoy me he sentido algo mejor...salir de la casa y caminar un poco me ha servido para despejar la mente, pensar mejor las cosas y hasta sonreir de nuevo, ser amable e incluso solidario. Hoy fui solidario, asisti a la concentración que hubo fuera de la asamblea legislativa del DF, en apoyo a la despenalización del aborto. Fue padre ver a gente conocida, fue para mi importante aunque obvia la presencia de mujeres, muchas mujeres y también muchos hombres...algunos gays, pero otros heteros acompañando a sus amigas, novias, hermanas cargando muchas pancartas. Al llegar lo primero fue ver subida en un templete, a Patricia Mercado y otro sequito de mujeres que la acompañaban. Decía un discurso y me parecio escuchar a lo lejos algunos chiflidos, abucheos en lo más lejos de la calle, pense en ese momento, a causa o bajo el argumento que lo que buscaba ella en ese momento era protagonismo.
Después ella entro al recinto, dijo, a entregar a diputadas locales un texto que apoyaba la iniciativa. Luego vinieron performance, musica de rock y mucho buen animo, saludar a viejos amigos y después una ida a ver revistas al sanborn´s de la esquina.
3Definitivamente me sentí mejor y ya después que de nuevo me despedi decidi caminar solo. Pase por la alameda, Reforma hasta llegar a la zona rosa. En ese trayecto pude tomar algunas fotos con la toma nocturna que permite mi maravillosa cámara con diseño retro. Asi fue la tarde de este jueves...Tarde para evocar.

Los cuatro puntos de una esquina

Comparado en el tiempo, esa misma esquina de donceles ha sido para mi espacio de distintas transformaciones. Desde las idas en familia a caminar y comer en restaurantes de la zona, hasta las protestas como la de este jueves, o la de hace algunos meses en la que se aprobo la Ley de convivencia y que yo pude presenciar ese momento desde el interior del recinto...Hasta cuando tuve que tomar fotos de los edificios para un proyecto en el que estaba involucrado. Donceles es la calle de los libros viejos. Ahí iba hace años con Leila a hojear y a comprar ediciones extrañisimas de autores desconocidos a solo dies pesos.
Ahí, en unos de esos café-librerias pude salir orgullo una noche de hace muchos años, después de dar mi primer timida pero emocionada opinión frente a un grupo de escritores y lectores, respecto a Oscar wilde y su literatura. Que intensas pueden ser nuestras vidas, nuestros trayectos de uno a otro punto de un mismo crucero...Somos barcos de uno a otro puerto, crecemos, sufrimos y seguimos viviendo. Hoy sumo otra estampa a ese recorrido y esa memoria alrededor de una misma esquina y si voy más alla, a la vivencia en una misma calle que es de todos.

Una sola esquina de un crucero

A este nuevo punto, llegada y culminación quiero hacer referencia. Esta bandera al final de una batalla. Quiero centrarme en una sola esquina, posar sobre las cosas una sola mirada. Una sola mano protectora, un conducto que facilite el camino, un lenguaje hablado por todos. La fantasia del origen, del olvido, del retorno a la paz. Ser de nuevo ser entero, cabal y juicioso. Amar solo una vez. Una casa que proteja de la intemperie. Un cuerpo seguro que desconozca lo que no le pertenece, lo inútil, lo ajeno. Volver siempre a si mismo, a lo que es su memoria y su deseo. Dormir y despertar habitando en el unico lugar que se puede habitar y ser feliz. Y amar una vez, y ser amado.

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