lunes, enero 04, 2010

El bloqueo tiene permiso

Esto es lo último que escribiré al respecto. Alguien cuyo nombre omitiré, ha salido por fin de mi vida después de una larga y complicada articulación de palabras que duro meses, y que asumidas como lo están, salieron a la luz apenas hace unos dias a fuerza de apretar y apretar el estómago y tomar y tomar diureticos. Esa frase magica es la siguiente:"No podemos, ni podremos estar juntos, ni como amigos ni como nada."
¿porqué resulto tan complicado asumir y sacar a la luz esas palabras? Resulta que se juntaron dos factores nada sanos para una relación: una La postergación y la otra, la Necesidad de afecto. La primera, se encantaba esquivando las respuestas frente a preguntas directas, postergando encuentros, negando, mintiendo para dejar las cosas como al principio: ambiguas. La segunda parte necesitaba de esas postergaciones para seguir echando lumbre a la leña, para no asumir las cosas, para seguir atormentandose como suelen hacerlo quienes esperan lo que en el fondo saben que ni es lo que necesitan ni es lo que tienen. Así, durante meses se mantuvo lo que debía haber terminado hacía ya mucho tiempo.
Pero hace unos días la vida me hizó ver lo que de otra forma nunca hubiera sabido o seguiría postergado, es decir, el último eslabon en ésta cadena de enredos y mala ondas permanentes. No diré los detalles, pero sólo diré que me basto un gesto para saber que los hechos siempre serán más importantes que las palabras. Así es. No importa ya, si el que posterga siempre hablara del "gusto" de ver a quien esto escribe, ni del cariño profundo, o del respeto y palabras similares que bastaron un sólo minuto para desenmascarar y evidenciar como toneladas de mentidas. Mal pedo por la alta estíma que le tenía, pero es evidente que alguien que miente al decir "me da gusto" o "te quiero", y al otro día te dice, "no entiendo porqué me saludas", no merece ser mi amigo ni contacto del Facebook.
Así que, como sucede muchas veces en la vida, el uno no hace más que confirmar lo que el otro ya sabe, aunque el primero lo haga creyendose muy inteligente. De manera que, cuando aquel me dice que se molesto que lo saludará y además dice que quizá debería borrarlo del feis después de leer sus palabras por resulta incómoda la situación, no digo más que está bien, sabiendo eso mismo desde hacía ya unos dias, pero pienso: ¿acaso fuí yo quien escribió las palabras de perdón? ¿acaso fuí yo quien dijó que no quería que yo saliera de su vida? Las cosas y las emociones cambian y eso ya se sabe, así que puedo entender que si un día alguien dice que te quiere y al otro ya no -como fue la historia desde hace meses- pueden ser "comprensibles" tales cambios de humor. Pero que esa persona se jure a sí misma como la mas sincera y la más respetuosa hacia mi persona, ese cambio de humor es sospechoso hasta el punto que molestarse por un saludo termina siendo más que una bofetada, un vil engaño y una suerte de maldad incomprensible. Pero como respuesta digo, que yo tenía que oler con mis propias narices semejante mierda, ¿entendido?.
Con éstas líneas entonces yo llego a entender el porqué siempre fuí esceptico de esa persona y confirmó porqué, la angustia de todos estos meses. Con descaro final el otro dice que el uno (yo) está mal y que por lo tanto, sólo hasta que yo esté bien le puedo hablar, ¡¿qué?! Cuando esté bien obviamente ni por equivocación le vuelvo a hablar. Pregunténme las cosas que dejé por intentar hacer encajar nuestras situaciones.
Así que teniendo todas estas cosas en mi mente, le digo con sinceridad que su bloqueo hacia mi persona tiene permiso, que yo no lo haré. Como sucede en las relaciones que no lo son, sólo basta un delete, un bloquear a esta persona para que dos que alguna vez estuvieron juntos, sin más, se separen. Así es la modernidad y los modernos: jurán y jurarán ser las personas más honestas y adelantadas de las situaciones, pero ahora mismo, en la web nacen y morirán relaciones bajo éste esquema perverso. La lección: tener los ojos bien abiertos y no aceptar en lo más mínimo tratar querer a alguien más por encima del cariño que el uno tiene sobre uno mismo. Además, hay que sospechar de las palabras bonitas que no estén acompañadas de su correspondiente materialización.
La realidad es que si algún error debo reconocer, es que puedo saber las cosas con antelación y fingir, torpemente, que las ignoro, por "esperar" algo a cambio y dejar muchas otras. Le pido al 2010 que me traiga fuerza para vivir el presente y actuar en correspondencia. Por lo pronto chau amables lectores...

kisses!

(dejen sus comentarios)

No hay comentarios.: