jueves, mayo 24, 2007

[Colorear mi pelo o usar sombrero, zapatos altos entre árboles de una gran avenida, usar como abrigo plumas de paloma hechas con retazos de telas de otras fiestas, de otras salidas, colgar del pecho miles de focos, gritar, sombrillas, saltimbancos, carros rosas y patines a gran velocidad, llegar, matar el aburrimiento] [Hoy cargo por la calle una balija, que tiene en uno de sus lados miles de pegotes de colores, algunos caras de politicos del viejo mundo, también escritores, corazones pintados con plumones y crayolas, hay pedazos de historias que he coleccionado, algunas fotografías que retratan tardes en parques frecuentados por miles de niños]
[Llego hasta donde esta la mesa dispuesta para sentarme, en la tarde para tomar el café y fumar desenredando cuentos] [un sombrero como el mio no tiene fondo, tampoco razón de existencia en este año caluroso y en esta tierra de hombres calvos y cabezas desnudas al viento, es más un divertimento y una extravagancia, es como usar abrigo en la Africa subsahariana] [Juntos, pantalón y zapatos constituyen un enramado de funcionamiento muy claro, son una suerte de montaña con su rio, tienen alrededor suyo sus propias nubes, soles y estrellas revoloteando y girando en una orbita que es la misma de los pasos que avanzo. Entre la rodilla una cascada, un alto peñasco que las aves gustan escalar y que yo miro desde la nube más alta. Al caminar produsco un ruido extraordinario, como de pequeña caja musical, como de diorama que simula todas las fuerzas del mundo; He venido ha esta ciudad de aburrimiento a desmontar y rehacer el escenario del mundo, a construir en escala el tiempo, no un relog, no una fotografía. Si una montaña y un rio, si la caida de las hojas de los árboles, si las nubes que dejan caer gotas de agua, si el sol foco bulbo construido por manos artificiales. Si este mundo electrónico a escala, si las parejas que se encuentran en los parques inventados por mi, si este mundo de palo y plástico, si la ternura de una ciudad a escala que aspira a superar las inclemencias; Las lluvias, los volcanes, la tempestad esta controlada, es solo un sufrimiento medido y justificado; Mis hombrecitos andan tomados de las manos, señoras altas con vestidos de catarina y sombrillas verde pasto en verano; Los carros de plástilina pueden derretirse; Aves colgando del techo;al final del dia de nuevo el cansancio; subo y bajo por el cielo que he construido, soy constructor, he aprendido el oficio. Apago la luz, cierro la puerta y salgo: ahi continuará ese mundo bello y meticuloso.
Atras queda la habitación, de nuevo este mundo inmenso, ahora veo que es mejor el que podia abarcar con mis manos, aprieto mi puño escondido en la bolsa del saco y miro el sol de frente hasta que mis ojos se cierran instintivamente, me recuesto, mi pelo largo va de uno a otro lado de esta inmensa avenida. Soy un hombre pequeño, casi un niño, sigo siendo invisible ante estos enormes edificios, estos carros que ni son de cartón ni se derriten, y además mi sombrero perdio sus alas y aqui no vuela. Los señores altos continuan pasando, avanzan, circulan correctos.
Cuelgo en un poste la frase del dia: puedo vivir aqui y no vivir con ellos...

1 comentario:

BLEH Comics dijo...

Como un pequeño tour por un mundo desvinculado que, a pesar de todo, pareciera arraigado en la memoria.