domingo, diciembre 28, 2008

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Mi cumpleaños estuvo tranquilo: pocos amigos pero los necesarios, unos sillones muy còmodos y mùsica de Jamiroquai en versiòn rockerosa. Gracias por el The NV crush toys y por el gel adelgazante ¿O es lubricante que venden por kilo? Tendrè que leer con detalle la etiqueta.
Mi amiga (de quien omitirè el nombre para evitar quemones) fue la ganona de la noche: saliò acompañada y todo, por un francesito que al parecer es muy interesante, artista, mùsico, escritor y guapo, de esos que sòlo existen en los cuentos y que al parecer, tambièn en bares de la condechi. No es reproche del festejado, pero ¿Acaso no los regalos eran para mi?
Esperemos que el pròximo año ahora si la vida me entregue las que me tiene reservadas. Mientras eso pasa, aqui les dejo unas dos instantaneas de la noche:
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Tache por los que no estàn en la ciudad o de plano les diò huevita. Un mensajito al celular o al facebook no sustituye un abrazo.

miércoles, diciembre 24, 2008

Qué cosa es el amor
Medio pariente del dolor,
Que a ti y a mí no nos toco,
Que no ha sabido ni ha querido ni ha podido,
Por eso no estás conmigo
.
Cuando aquello pasó no miento, me sentí desdichado, víctima de una gran injusticia, burlado, en un circo, una telenovela de mal gusto y además, me sentí terriblemente incomunicado: te habías ido dejándome ahí, hablando solo y yo, como loco, sólo atine a mirarme al espejo y paralizarme. Te habías ido y esta vez estabas furioso, por un malentendido, que fue la razón de ese momento. El insulto fue lo de menos, lo peor vendría después, lo sabía y así fue. Cerré todo, la computadora, las persianas y mi mente, que en esas tempranas horas no sabía cómo reaccionar; volví a ser niño, volví a tener 4 años y me vi de nuevo indefenso, temeroso, entristecido: TE HABÌAS IDO. A donde volteara ya no estabas. Esto no puede ser, pensé, así no puede concluir todo, no, no y no. La confianza en esa idea por un momento me tranquilizó y pude de una u otra forma dormir, hablar por telefono con algunos amigos y esperar.

Al otro día, la ciudad estaba destrozada. De pronto descubro, que todo en la ciudad es despojo, abandono, fracaso ¿Qué hace alguien con el corazón dolido más que caminar por las calles de la Ciudad de México, la más interminable del mundo? Caminar y caminar, ver y descubrir aunque han estado ahí siempre, los que parecen refugios donde se puede ir a dejar que fluya todo lo que el corazón tiene que decir, todo lo que tiene de lava ardiente o de ponzoña. Las casas, las calles, las plazas repletas, guardan la mística de los templos confesionarios, ocultos y visibles sólo para los elegidos.

Es de tarde, el sol se pone y el cielo se torna rosa, morado, pétreo. A esa ahora y ese día, todo me habla con tristeza: mi cuarto, la gente, mi casa, la calle. Por donde voy, las fachadas se vuelven puertas a guaridas, a claustros donde van a esconderse cuerpos enlutados desde siempre y que yo descubro apenas, como un relámpago que ilumina la conciencia, como asceta que da con su río en pleno desierto:
Una ciudad, mi cámara y yo; trato de retratar todo lo que pasa ese día, y en los días siguientes. Aquí una parte de esa memoria que es pasado, en el que estuviste ausente y todo se volvió escenario para esa partida.
























martes, octubre 14, 2008

METATEXTOS


Siempre que abro la ventana del blogger y cuando estoy a punto de dejar que fluya la pluma (en este caso mis dedos sobre el teclado) me detengo y medito un poco

¿En serio quiero decir eso? ¿En serio hay alguien del otro
lado leyendo?¿En serio quiero contar cada minucia de lo que me pasa? es màs
¿Acaso tengo todas las herramientas, el valor, el cinismo y la pasiòn para
reflejarme y dejar constancia antes los otros de lo que me pasa, es decir, de
todo lo que SOY o su fragmento, el dìa, las horas que comparto?


Lo pienso rapidamente y la respuesta es no, un no tajante y contundente. Llegando a este momento, tecleo el punto y aparte con una fuerza inusitada y proporcional para, despuès de un rato, volver a la pantalla en blanco y describir este hallazgo:


A veces, hablar de lo que està oculto puede ser màs inteligente que hacer un repaso de lo que nos està
permitido y a la vista; Hablar de aquello que incluso dudamos su existencia y suponer, ir tràs la huella, a la bùsqueda de la respiraciòn que sentimos detràs de la puerta.

Hasta hace un momento mi confianza estaba puesta sobre una
idea que era una certeza que parecia contenida en una
Caja brillante, reluciente y sin fisuras y que lo contenìa todo; era un cùmulo de experiencias que parecìan repletas sobre
sì, redondas hasta completarse, desnudas, dispuestas a dejarse retratar sin precio porque me pertenececian. Sòlo hacìa falta una caricia, los dedos
diestros que descifraran el laberinto de sus nudos, giraran la tuerca,
abrieran la puerta y dejaran escapar dòcil, al que camina junto a mi pegado a
mi espalda. Pero esa que era la idea anterior, la de hace un momento, desaparecio porque...

Llegando a este punto trato de salir de la sala, de escapar

No tengo màs ganas de escribir. No sè si quiero que los
otros sepan lo que me pasa, no sè incluso si puedo hacerlo, porque casi nunca han estado estos escritos
apegados totalmente a mi persona por màs que lo intento, y es en esa verdad a medias en la que mi
intenciòn inicial queda anulada, siendo, para decirlo con todas sus letras, una impotencia personal que ahora queda evidenciada, hecha pùblica ¿Para què seguir con una idea que
en los hechos no se cumple, que es sòlo ficciòn siendo yo todo menos novelista? Las palabras, en su juego y musicalidad, pocas veces
son mi reflejo fiel y màs parece que yo soy reflejo de ellas y sus reglas perpetuas: soy su medio, camino veredas ya trazadas; un dia son
tiernas, al otro duras y agresivas, insaciables de una
forma poco decorosa, pero siempre tiranas, la màs grande dictadura, omnipresentes ¿quièn escapa de ellas? ¿Alguien vive feliz bajo su reinado?"


Me levanto desesperado pero mis piernas enraizadas hacen imposible incorporarme. Jalados por miles de minùsculas sanguijuelas, mis pies, y rodeados por delgadas lìneas negras que se aferran a ellos, no puedo saltar y en mi intento caigo, humillado, para hundirme en la materia pètrea y viscosa en la que casi siempre deviene todo el verborreo:

Una màs y todo estarà perdido: no juegues màs que puedes
perderlo todo. Eres humo: rodeas su piel pero no penetras, sòlo miras a lo lejos. No
sudas como lo hacen los otros cuerpos que se frotan en los
campos, en las fiestas, en el baile y en el juego. No comulgas; caminas perdido por las calles como esperando algo que paso hace dos meses, anticuado, para enloquecer despuès en un frenesì de futuro: Lo mejor està por venir; Te embriagas un dia de carnaval y estallas, para despuès pasar todo un año bajo el sol en los campos de espiga, abstemio y oculto, feroz y triste; No esperas, no conoces la meditaciòn y la prudencia en su momento justo, a su hora: eres un hombre que se tira al mar en plena tormenta.

jueves, septiembre 25, 2008

Queremos ¿què queremos?

Màs souvenirs ante el olvido, màs pantaloncillos cortos para el Recato y màs, màs primavera verano, para el otoño invierno que se aproxima...